desde las tres sin tabaco y con stress
viene la niña indispuesta
disfrazada de carnero
que ni vale lo que cuesta
subir la cuesta de Enero
sin encontrarse la cola
que ni pa meterse al sobre
si la dejo acierta sola
viene el cenicero lleno
que ni sentados a un banco
aguantamos sin fumar
yo y mi mono, la veneno
la apertura de un estanco
el miércoles de cenizas
mi cintura se resbala
de tanto comer torrijas
5 comentarios:
Siempre (o casi) rimas con mucha gracia y esta vez también, qué caña.
No citaste el entierro de la sardina, quien sabe, allí quizá te hubiesen dejado un par de caladas, o mechero como poco.
El mono (que no mona) mañanero también es mu malo.
Y así Bob Marley triunfo en su regreso a la noche. Ya te contaré.
Me gusta tu poema, viejo.
Ayer me lo pasé dormido, estaba agotado, amonado, atorrijado.
Ana, ya he corregido lo de mona/o, pero entiende que tras toda la noche con el ahí compartiendo torrijas, algo de intimidad se crea. Es que tu les tienes un poco de manía a los pobres monos, que también son criaturas de Dios y tú siempre poniendo pegas. Verás como se enfaden
Eh, anónimo Bob, te debo una identidad, que lo sepas. Y eso del triunfo sí que me lo cuentas, vamos que me lo cuentas. Mola verte así.
Jo, vale, mis disculpas a su mono.
Y ya vi a las llamas, qué gracioso, muchas gracias por subirlo, ya lo enlacé que hacía años que no me lo encontraba.
Por cierto, esto se está poniendo verde por momentos, qué bueno.
verde y ana, que no blaugrana.
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